domingo, 31 de julio de 2016

Alice MIller, Sigmund Freud y Una noche en Lisboa DIALOGOS FUNDANTES



Alice Miller fundó un espacio para quienes arrastraban cargas de su pasado. O sea, para todos. Ofrecía la posibilidad de alivio y reparación. Hablar era su receta y referir los propios males a los propios padres de cada quien era su norte. A partir de ellos comenzaba su puntuación. Pero si estaban muertos, quien abrió la boca no tenía salida, y sin opciones, quedaba prisionero de tal destino: sin tales interlocutores seguiría cargando con su cruz irremediablemente, hasta el fin de sus días. Solamente contaba la carne con vida para resolver sus verdades ocultas.


Alice Miller tenía otro demonizado, Sigmund Freud, antagónico, aunque se disculpó en vida por lo que dejaría pendiente de resolver en el lapso finito de su existencia y delegó esa tarea en quien quisiera continuar su obra. Sin embargo, Alice Miller coincide parcialmente con uno de sus hallazgos clínicos, pues Freud nos ha acercado otra solución al enunciar ese mismo problema. Nadie puede ser muerto in absentia o in effigie, afirma. Y hasta ahí coinciden ambos. Pero Freud siguió avanzando y agrega que hablar con palabras válidas, sana las heridas del alma.


Digamos que las pesadumbres que sobrellevamos tienen su destinatario, y más tarde o más temprano, el pasado nos alcanza en el presente. Pues nada de lo acaecido tiene sentido si no lo encontramos reeditado hoy. Esa es la verdad que duele insoportablemente.  Ese es la limitación a resolver aquí y ahora.



 Alice Miller, 1923-2010, se declaró ex psicoanalista, prefirió definirse como investigadora de la infancia, destacada por sus trabajos sobre maltrato infantil y sus efectos en la vida adulta y en la sociedad. Tenía quince años cuando falleció Freud en su exilio londinense. 

Sigmund Freud, 1864-1938, creador del psicoanálisis. Cuando alertó públicamente sobre las consecuencias aciagas de los abusos infantiles a lo largo de toda la vida humana fue expulsado de la Sociedad Médica de Viena. No obstante, no abandonó a quienes acudían a él buscando alivio para sus pesares y de investigador reconocido pasó a ser un  médico ignorado atendiendo en un suburbio de su ciudad. Rescatado del olvido y del anonimato por la Universidad Clark de Nueva York en 1909, llegó a ser reconocido mundialmente. Para decirlo con las palabras de Stephan Zweig, antes de Freud, nadie habló con locos, neuróticos ni sufrientes.    


Sin embargo, el tono que proponemos es otro. La vida es muy seria para tomarla sin una sonrisa en los labios, una esperanza en el corazón y un sueño por delante.


Una noche en Lisboa DIALOGOS FUNDANTES es un blog en desarrollo, fruto de un proyecto soñado. Es una propuesta de hablar, a solas, en grupo, de desarrollar cursos y talleres, sobre todo, de evolucionar. Skype, Facebook, mails, teléfonos, fijo o móvil, en presencia. Todos los recursos para hablar.


Sin condicionamientos, sin supuestos como punto de partida. La base de nuestro propio ser es que nos preguntamos, no nos dan firmeza las verdades taxativas. La vida es sagrada y cuando no le tememos, no la postergamos escondiéndonos en la sumisión a lo que sea, hombre, grupo o idea, con tal de no asumir nuestra libertad, con el corazón limpio celebramos a la vida con respeto en cada paso que damos.

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