Los niños, con edades
de 35 semanas a 3 años, fallecieron en ese orfanato, entre 1925 y 1961.
La institución, de
confesión católica, fue administrada por monjas, las Hermanas del Buen
Socorro, y estaba destinada a brindar hogar a mujeres que tenían sus hijos
fuera del matrimonio y a niños en situación de calle, mayoritariamente
huérfanos.
Estos niños sufrían
desnutrición, enfermedades y miseria, con altísimos niveles de mortalidad. Quienes
no sobrevivían a esos tormentos fueron sepultados en fosas comunes, sin
identidad.
Tales procederes, en
esta casa de acogida, ubicado en Tuam, condado de Galway, y otros similares,
habían sido denunciados en un estudio de la historiadora Catherine Corless,
quien descubrió certificados de defunción que sugerían que casi 800 niños
yacían en el espacio que ocupaba un tanque séptico del edificio de ese convento
conocido como “El Hogar”.
Según la especialista, la
mortalidad infantil en estos lugares llegó a ser del 30 al 50 por ciento
durante las décadas de 1930 y 1940, como consecuencia de las duras condiciones
de vida y la negligencia de las religiosas.
Los hechos luego
fueron admitidos por obispos irlandeses en 2014. La comisión investigadora comenzó
las excavaciones para detectar los restos en octubre de 2016.
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Lamentablemente,
hubo un tiempo en el que las madres solteras eran a menudo juzgadas y
rechazadas por la sociedad, incluida la Iglesia, declararon entonces.
La Comisión sobre Madres
y Bebés declaró su conmoción ante estas comprobaciones y solicitó a las
autoridades den digna sepultura a estas víctimas.
Esta no fue la única
institución de tal propósito que funcionaba en esa época, eran unas diez en Irlanda, y a ellas fueron
enviadas unas 35000 mujeres embarazadas solteras, para aislarlas de la
sociedad.
En 2013, otra investigación oficial reveló el comportamiento
de las monjas católicas en las llamadas “Lavanderías
de la Madgalena”, donde entre 1922 y 1996 miles de internas trabajaron en un
régimen de semiesclavitud y abusos.
Entre los motivos que llevaban a la reclusión de las
mujeres, el informe citó “abusos familiares” y “actitudes inmorales”, las
cuales implicaban en ocasiones embarazos fuera del matrimonio.
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