sábado, 29 de octubre de 2016

¿Desde cuál posición reclamamos cuando reclamamos?



¿Desde cuál posición reclamamos cuando reclamamos?

Todos nos consideramos con derecho a reclamar. En algunas circunstancias ejercemos ese derecho y en otras callamos. Cómplices o temerosos o ambas posiciones a la vez.
Para avanzar en la cuestión, aquí una valiosa nota escrita desde el punto de vista legal, titulada El derecho a reclamar. Invitamos a visitar la página http://www.ateismopositivo.com.ar y explorar sus contenidos:


El derecho a reclamar se fundamenta en la libertad de acción y las consecuencias de esa acción. (1) Justamente, un sistema ético implica la exigibilidad y derecho mutuo a reclamar. (2)
Los deseos sí existen. (3) Son motivos para actuar. (4) Así, en principio, se le puede exigir rendir cuentas al autor de acciones voluntarias que resultan indeseables.
Por otra parte, las consecuencias justifican reclamos al respecto. El principio de «no daño» se justifica en la indeseabilidad de sufrir daños. Cuanto mayor el daño resultante, más reclamable es la causa. (5)
Por ejemplo, el conductor de auto que no sabe controlarlo perjudica la seguridad pública. La conducción peligrosa, que resulta en atropellar a un peatón, justifica reclamar al conductor, incluso restringirle la libertad, para evitar que sus acciones causen mayores daños. (6)
Las entidades colectivas también pueden planificar, y ejecutar acciones deliberadas. Cabe recalcar que las entidades colectivas son capaces de hacer más daño que un solo individuo. (7) Así, en principio, a las entidades colectivas se le puede exigir rendir cuentas por sus acciones y palabras.
La exigibilidad del bien (8) y reclamo por el mal (9) propicia la conducta prosocial y equidad. Una valoración e internalización de una conducta prosocial motiva a esperarla.
Por ejemplo, el que se esfuerza por ser constantemente honesto, prefiere ser correspondido. Y la expectativa de honestidad en el otro le presiona al propio reclamante a practicarla por su cuenta también. Al generalizar las expectativas de honestidad habitual en cada uno, se fomenta la honestidad habitual de todos.
El reclamo se vuelve una herramienta más eficaz para el bien cuando se combina con otros principios, como el de «no causar daño al otro». Junto con otros principios éticos objetivamente defendibles, un reclamo justificable exige justicia sin hacer otra injusticia. Históricamente, el reclamo masivo no violento ha resultado ser una poderosa herramienta ética para el cambio social. (10)
Para prevenir la concentración y el abuso de poder, debemos controlar activamente: cuestionar, exigir y reclamar críticamente –no aceptar irreflexivamente, ni esperar pasivamente-. Una cultura que realmente aviva la sensación de libertad y consciencia social en cada uno, favorece la exigibilidad cívica y derecho a cuestionar y reclamar. De esta forma, una cultura que realmente apunta a la libertad e igualdad propicia la equidad.

En la página referida encontrarán las citas bibliográficas a las que remiten los números entre paréntesis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario