¿Desde cuál posición reclamamos cuando reclamamos?
Todos nos consideramos con derecho a reclamar. En algunas circunstancias
ejercemos ese derecho y en otras callamos. Cómplices o temerosos o ambas
posiciones a la vez.
Para avanzar en la cuestión, aquí una valiosa nota escrita
desde el punto de vista legal, titulada El derecho a reclamar. Invitamos a visitar la página http://www.ateismopositivo.com.ar y explorar sus
contenidos:
El derecho a reclamar se fundamenta en la libertad de acción
y las consecuencias de esa acción. (1) Justamente, un sistema ético implica la
exigibilidad y derecho mutuo a reclamar. (2)
Los deseos sí existen. (3) Son motivos para actuar. (4) Así,
en principio, se le puede exigir rendir cuentas al autor de acciones
voluntarias que resultan indeseables.
Por otra parte, las consecuencias justifican reclamos al
respecto. El principio de «no daño» se justifica en la indeseabilidad de sufrir
daños. Cuanto mayor el daño resultante, más reclamable es la causa. (5)
Por ejemplo, el conductor de auto que no sabe controlarlo
perjudica la seguridad pública. La conducción peligrosa, que resulta en
atropellar a un peatón, justifica reclamar al conductor, incluso restringirle
la libertad, para evitar que sus acciones causen mayores daños. (6)
Las entidades colectivas también pueden planificar, y
ejecutar acciones deliberadas. Cabe recalcar que las entidades colectivas son
capaces de hacer más daño que un solo individuo. (7) Así, en principio, a las
entidades colectivas se le puede exigir rendir cuentas por sus acciones y
palabras.
La exigibilidad del bien (8) y reclamo por el mal (9)
propicia la conducta prosocial y equidad. Una valoración e internalización de
una conducta prosocial motiva a esperarla.
Por ejemplo, el que se esfuerza por ser constantemente
honesto, prefiere ser correspondido. Y la expectativa de honestidad en el otro
le presiona al propio reclamante a practicarla por su cuenta también. Al
generalizar las expectativas de honestidad habitual en cada uno, se fomenta la
honestidad habitual de todos.
El reclamo se vuelve una herramienta más eficaz para el bien
cuando se combina con otros principios, como el de «no causar daño al otro».
Junto con otros principios éticos objetivamente defendibles, un reclamo justificable
exige justicia sin hacer otra injusticia. Históricamente, el reclamo masivo no
violento ha resultado ser una poderosa herramienta ética para el cambio social.
(10)
Para prevenir la concentración y el abuso de poder, debemos
controlar activamente: cuestionar, exigir y reclamar críticamente –no aceptar
irreflexivamente, ni esperar pasivamente-. Una cultura que realmente aviva la
sensación de libertad y consciencia social en cada uno, favorece la
exigibilidad cívica y derecho a cuestionar y reclamar. De esta forma, una
cultura que realmente apunta a la libertad e igualdad propicia la equidad.
En la página referida encontrarán las citas bibliográficas a las que remiten los números entre paréntesis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario