Jean-Paul Sartre
ambienta esta obra de teatro en la Alemania de la reforma protestante. Un cruel dictador se propone hacer el bien, en una apuesta
con un sacerdote. El resultado es que hace más daño así que manteniendo su
papel original. La conclusión que sostiene: es imposible abandonar el propio ser y tratar de hacer algo distinto.
El diablo y el buen Dios (Le diable et le Bon Dieu): Una nota sobre esta obra, desde otro ángulo, en
Detalles formales de la obra en https://es.wikipedia.org/wiki/El_diablo_y_Dios
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